21/4/24

El Árbitro

Tras una partida muy disputada los capitanes de los equipos rivales continúan su riña en el vestuario. 
Es necesario, que así como en la pista, tenga que intervenir el árbitro para separarlos y calmarlos. 
Apelando a su poder de convicción se termina sacrificando (y no de mala gana) orientando tamaña agresividad al mismísimo agujero de su culo.